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jueves, 27 de septiembre de 2012

Fiesta de la Exaltación Universal de la Venerable y Vivificante Cruz - Significado de la Cruz Bizantina.




 Hoy 14 de septiembre según calendario juliano, celebramos en el rito bizantino la Exaltación Universal de la Venerable y Vivificante Cruz.

En este día se recuerda un evento vinculado con la Cruz del Señor, el retorno de esta a Jerusalén desde Persia después de catorce años de cautividad.
Durante el reinado del emperador bizantino Flavio Nicéforo Focas Augusto (602-610), el emperador persa Cosroes II venció al ejército griego, invadió Jerusalén y se llevó cautivos a la Vivificante Cruz del Señor y al Patriarca de Jerusalén Zacario (609-633).


La Cruz estuvo en Persia durante catorce años y recién bajo el emperador Heraclio (610-641), que venció a Cosroes con la ayuda de Dios y llegó a la paz con su sucesor e hijo Siroes, cuya consecuencia fue la devolución de la Sagrada Reliquia. Con gran solemnidad la Cruz fue trasladada a Jerusalén.

El emperador Heraclio con la corona imperial y vestido de púrpura llevó la Cruz del Señor hasta la Basílica de la Resurrección. Junto al emperador iba el Patriarca Zacario. En las puertas por las que se asciende al Gólgota, de pronto el emperador se detuvo y le fue imposible avanzar. El santo patriarca le explicó que un Ángel del Señor impedía su paso, porque Aquel que llevó la Cruz hasta el Gólgota para la expiación de los pecados, lo había hecho en medio de una gran humillación. Entonces Heraclio, quitándose la corona y la púrpura, vestido de ropas corrientes y sin sufrir ningún obstáculo llevó la Cruz de Cristo hasta dentro de la iglesia.

En un sermón sobre la Exaltación de la Cruz, San Andrés de Creta dice:” La Cruz es exaltada, y todo en verdad se reúne en torno a ella, la Cruz es exaltada, y la Ciudad se llena de solemnidad, y el pueblo celebra la fiesta”.


Significado de la Cruz Bizantina


Por la Cruz vino nuestra salvación. Nosotros recordamos que Cristo murió por nosotros cuando vemos la imagen de la cruz (que representa al Señor crucificado), y nos recuerda que Él ascendió de los muertos, cuando contemplamos el icono de Cristo "no hecho por manos" (Eslavo: Нерукутвореному образъ) en el manto (que representa al Señor resucitado de la muerte).

Alabando al Señor crucificado están dos ángeles que vuelan, con la inscripción entre ellos que dice: "Los ángeles del Señor" (en Eslavo: Ангели Господни). En algunas representaciones de la Cruz los Ángeles están sosteniendo una imagen de la Santa Trinidad, pero por lo general los ángeles están simplemente sosteniendo un manto, lo que indica su posición como mensajeros que sirven al Señor y que esperan en Él.

La barra superior de la cruz es la que contiene el letrero que Pilato ordenó colgar a manera de burla sobre la cabeza de Cristo. En este letrero fue inscrita la frase: "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos", en hebreo, griego y latín (abreviado como "INBI" en iniciales griegas, o las iniciales latinas "INRI" en la tradición occidental). Esta frase ha sido sustituida por la inscripción cristiana: "Rey de la Gloria" (Eslavo: Царь славы), situado debajo de las rodillas de los ángeles. En el título de la placa se inscribe en las iniciales «IC XC", siendo la primera y última letras del nombre de Cristo en griego (en Griego.: Iisous Xristos, Eslavo Antiguo: Ісоусъ Христосъ; Nuevo Eslavo: Іисусъ Христосъ). Además, justo por encima de los brazos de Cristo, vemos la inscripción: 'NIKA', que en griego significa: "Cristo, vence". De acuerdo a la tradición bizantina, El Salvador no lleva una corona de espinas (como en la tradición occidental), ni es mostrado vivo sobre la cruz, ni en cualquier aspecto de sufrimiento, sino, en un estado de reposo, humilde y pacífico, con la cabeza inclinada. También tenga en cuenta que sus pies están clavados con dos clavos.

La barra de en medio, es en la cual las manos de nuestro Señor fueron clavadas. En las esquinas superiores vemos las representaciones del sol a la izquierda, (Eslavo: солнца) y la luna a la derecha, (Eslavo: луна), por: "El sol se escondió su luz, y la luna se convirtió en sangre." (Joel 2: 31). La inscripción: "Hijo de Dios" (Eslavo: Сынъ Божіи) se coloca a ambos lados de la cabeza de Cristo, y por debajo de sus brazos se lee la inscripción: "Ante tu Cruz nos postramos, Soberano, y tu Santa Resurrección, glorificamos" (en Eslavo: Кресту Твоему покломняемся Владыко, и святое воскресение Твое славимъ). En el nimbo de Cristo está inscrita con las letras griegas “ο ω ν”, que significa: “El que es”, para recordarnos que Cristo es el mismo Dios que se identificó con estas palabras a Moisés en el antiguo testamento.

Detrás del cuerpo de Cristo, a cada lado encontramos una lanza (con la cual fue traspasado) y en una caña, una esponja (que estaba empapada de hiel y vinagre y que le ofrecieron a beber). La Lanza (izquierda) está indicada con "К" en Eslavo; que significa "копие", mientras que la esponja (derecha) está indicada con "Т" que significa "трость" (que significa “junco” o “caña”). En algunas cruces podemos ver en lugar de "Т" la inscripción "Г" que significa "губка" (esponja) en Eslavo. El cuerpo de Cristo tiene sangre y agua que brota de su costado.

La barra inferior inclinada es la base de los pies. En las oraciones de la novena hora, la Iglesia compara la Cruz a un tipo de equilibrio de la justicia:

"Entre dos ladrones Tu Cruz demostró ser un balance de la justicia: por qué uno de ellos fue arrastrado hacia abajo al Hades por el peso de su blasfemia [lado hacia abajo], mientras que el otro fue aligerado de sus transgresiones a la comprensión de la teología [lado hacia arriba]. Oh Cristo Dios, gloria a Ti”.

La ciudad de Jerusalén se representa en el fondo, porque Cristo fue crucificado fuera de las murallas de la ciudad. Al pie de la cruz están las letras: "Г Г" para “el monte Gólgota” (en Eslavo: Гора Голгофы), esta es la colina a las puertas de la ciudad en la que Cristo fue crucificado. Por debajo de los pies de Cristo están cuatro letras eslavas con las marcas de la abreviatura: "М.Л.Р.Б.", que significa: "El lugar de la calavera, donde estaba Adán" (en Eslavo: Место лобное рай бысть). Escondido en una cueva debajo de la tierra está “el cráneo de Adán” (según la tradición Cristo fue crucificado precisamente en el mismo lugar donde fue enterrado Adán), identificados con las letras:" Г А "(en Eslavo: глава Адамла).


 Debemos, pues, recordar que nuestro padre Adán perdió el Paraíso a través del árbol de la que erróneamente participó, Cristo es el nuevo Adán, nos trae la salvación y el Paraíso a través del árbol de la Cruz.



Fuentes:



miércoles, 15 de agosto de 2012

El sentido escatológico de las Fiestas de la Transfiguración y la Dormición

Hoy comienza el Ayuno de la Madre de Dios, para prepararnos a la Fiesta de la Dormición de la Santísima Madre de Dios el 28 de agosto (15 de agosto según calendario Juliano), y además este domingo próximo, 19 de agosto (6 de agosto según calendario Juliano), celebraremos la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo en el Monte Tabor. Me pareció entonces oportuno publicar algo referente a éstas fiestas tan importantes para el Oriente Cristiano.

Comparto entonces, este material sobre el sentido escatológico de las Fiestas de la Transfiguración y la Dormición, se trata de un extracto de una tesis doctoral presentada en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, por Carlos Rosell de Almeida (2007), publicada con el nombre de "La Escatología Ortodoxa".


PRINCIPALES FIESTAS LITÚRGICAS ORTODOXAS CON UNA RELEVANCIA ESCATOLÓGICA

En la liturgia ortodoxa todas las celebraciones poseen una marcada orientación escatológica. Sin embargo, destacan de manera particular algunas celebraciones. En primer lugar, sobresale el domingo de Pascua –la fiesta de las fiestas– alrededor del cual gira todo el calendario litúrgico bizantino, y a partir del cual queda iluminada toda celebración.

Dentro de las «grandes fiestas», poseen un marcado carácter escatológico: la Ascensión del Señor, la Transfiguración en el Tabor y la Dormición de la Virgen. En un rango inferior, se ubica el «domingo del juicio final» –el domingo de carnaval– en el cual la Iglesia ortodoxa celebra la llegada de Cristo-juez escatológico. Con referencia a los difuntos, destacan dos conmemoraciones: el sábado víspera del domingo del juicio final –el llamado «sábado de las almas»– y el sábado víspera de Pentecostés. Además se acostumbra recordar a los difuntos en los oficios de los sábados.

LA FIESTA DE LA TRASFIGURACIÓN: la humanidad transfigurada de Cristo es modelo de la divinización escatológica del hombre


La Transfiguración, Rublev

La fiesta bizantina de la Transfiguración del Señor lleva un marcado carácter cristológico, antropológico y escatológico (150). Es una fiesta que forma parte del ciclo fijo en el calendario litúrgico bizantino. Se celebra el día 6 de agosto y las diversas oraciones contienen una gran riqueza doctrinal y teológica. El misterio de la transfiguración de Cristo siempre ha gozado en la Iglesia ortodoxa de una gran importancia, pues aparece como el «icono» de la deificación escatológica del hombre por su incorporación a Cristo. En el Tabor, Cristo hace visible la gloria de su humanidad –gloria que le corresponde en razón de la unión hipostática– anticipando de esa manera su resurrección y mostrándose a la vez como prototipo de la divinización escatológica del hombre y del cosmos (151).


«Tú oh Cristo que con manos invisibles habías plasmado el hombre a tu imagen, haz mostrado cual fue tu belleza arquetípica en la criatura: y no como en una imagen la haz mostrado, sino como eres tú por esencia, Dios y hombre» (152).


Con su transfiguración, el Señor revela que el hombre también puede alcanzar la gloria de la transfiguración por la gracia de la filiación divina. La transfiguración de Cristo es imagen de la salvación de la humanidad: si la salvación es fundamentalmente divinización, el momentáneo brillar de la humanidad de Cristo es una prenda de nuestra propia divinización y salvación.


«Hoy, por la divina transfiguración, toda la naturaleza mortal, ya divinamente resplandeciente, y con alegría aclama: se transfigura Cristo para salvar a todos»(153).


«Celebrando en este día la vigilia de la santísima y gloriosa transfiguración, glorificamos a Cristo que ha transformado nuestra naturaleza con el fuego de la divinidad y, como al origen, la ha restablecido resplandeciente de incorruptibilidad»(154).


«Aquel que en un tiempo, mediante símbolos había hablado con Moisés sobre el monte Sinaí, diciendo «Yo soy el que soy», transfigurándose hoy sobre el monte Tabor ante la presencia de los discípulos, ha mostrado como en Él, la naturaleza humana recobra la belleza primera de la imagen...»(155).


«... Subido en efecto sobre este monte, oh Salvador, junto a tus discípulos, transfigurándote haz devuelto de nuevo radiante la naturaleza un tiempo obscurecida en Adán, haciéndola pasar a la gloria y al esplendor de tu divinidad. Nosotros pues a ti te aclamamos: Artífice del universo, Señor, gloria a ti» (156).


La fiesta de la transfiguración es por tanto toda una catequesis sobre la divinización o deificación del hombre. Esta divinización se incoa ya en la tierra pero está destinada a alcanzar su consumación en el último día, teniendo como modelo la imagen de la humanidad transfigurada de Cristo en el Tabor. En Cristo se percibe lo que nosotros llegaremos a ser en el éschaton; de ahí que la liturgia bizantina proclame que el misterio de la transfiguración del Señor equivale a la promesa de la gloria futura de los ciudadanos del cielo.

«Para mostrar la transformación de los mortales asuntos en tu gloria, oh Salvador, al momento de tu segunda y tremenda venida, sobre el monte Tabor Tú te haz transfigurado...»(157).


«Has limpiado con el agua y con el fuego la naturaleza humana manchada. Muestras el resplandor por tu carne, habiéndote iluminado más que el sol, a imagen de la gloria futura»(158).

LA DORMICIÓN DE LA THEOTOKOS: icono de la muerte cristiana


La Dormición, Rublev

La fiesta de la Asunción, más conocida en el Oriente como «la Dormición de la Virgen», es celebrada el día 15 de agosto y posee una fuerte impronta escatológica. En la liturgia bizantina, aparece como uno de los últimos misterios que se relacionan con el Verbo encarnado. La Dormición de la Theotokos se presenta como «tipo» de la muerte cristiana, pues la Virgen con su partida de este mundo, revela la condición última del hombre (159).

El «más allá» de una persona –como la Virgen– que vivió en comunión con Cristo es un estado de participación en la vida eterna. Como hemos visto, la escatología ortodoxa enseña que hasta el juicio final, la retribución es incompleta tanto para los santos como para los impíos. Ambos esperan la Parusía para entrar definitivamente en el cielo o en el infierno. Sin embargo, la ortodoxia proclama en esta fiesta –aunque con un lenguaje impreciso– que la Virgen ya entró en el Reino eterno; por eso, ella aparece como el icono de nuestra bienaventuranza escatológica. Andronikov afirma que su dormición –su muerte (160)– es la prefiguración gloriosa de la resurrección de los hombres (161). Nos muestra la victoria de la vida sobre la muerte, gracias a la participación en la resurrección de Cristo (162).

La Iglesia ortodoxa no ha proclamado dogmáticamente –como ha hecho la Iglesia católica (163) – que la Virgen fue asunta al cielo en cuerpo y alma una vez que concluyó su peregrinación por la tierra (164). Sin embargo, los textos litúrgicos de la fiesta (165) sugieren esta verdad, porque la ortodoxia canta en este día que la tumba de la Virgen se ha convertido en «escalera» del cielo. La Theotokos, por su comunión con Cristo, ha pasado a la vida sin fin. Así, en la fiesta de la Dormición se celebra el paso de la Virgen de la muerte a la «vida eterna» y se acude a su eficaz intercesión (166).


«Extraordinario prodigio, La fuente de la vida es depositada en un sepulcro, y la tumba se hace escalera hacia el cielo...» (167).


«Oh, las maravillas de la siempre Virgen y Madre de Dios. Ellas trascienden el pensamiento. Ha convertido en paraíso la tumba que habitaba...» (168).


«En el parto has conservado la virginidad, con tu dormición no has abandonado el mundo, oh Madre de Dios. Has pasado a la vida, tú que eres Madre de la vida y con tu intercesión rescatas de la muerte nuestra alma» (169).


«Tumba y muerte no han retenido a la Madre de Dios, siempre despierta con su intercesión e inmutable esperanza con su protección, cual Madre de la vida, a la vida la ha trasladado aquel que en su regazo siempre Virgen, había tomado morada» (170).


«Son vencidas en ti las leyes de la naturaleza, oh Virgen inmaculada: tu parto en efecto es virginal, y tu muerte ha atraído la vida. Oh tú que después del parto eres Virgen, y después de muerta vives. Salva siempre, oh Madre de Dios, tu heredad» (171).


La fiesta de la Dormición de la Virgen contempla también a los apóstoles y los ángeles reunidos alrededor de la Madre de Dios en el momento de su tránsito al cielo; para Andronikov, esta imagen evoca el acompañamiento de la Iglesia en el momento de la muerte. Alrededor del cuerpo del difunto, se tejen lazos de unión: los vivos, los santos y los ángeles entran en comunión con el difunto mediante sus oraciones. A ejemplo de la Dormición –señala Andronikov–, todo oficio fúnebre es un icono de la Iglesia unida en oración. Por esta razón, la alegría debe ganar a la tristeza porque en la muerte del cristiano, la fuerza salvífica de la Pascua de Cristo y la intercesión de su cuerpo entero están actuando (172).


«Cuando era ya el próximo tránsito de la morada pura de tu cuerpo, los apóstoles circundando tu lecho, te miraban con temblor, mientras los unos continuaban fijos presos de estupor. Pedro entre lágrimas te gritaba: oh Virgen, yo veo en ti, la vida, porque en ti ha vivido el gozo de la vida futura. Suplica pues con ardor o Inmaculada a tu Hijo y Dios, para que tu ciudad sea custodiada ilesa»(173).




NOTAS:

150. Constantin Andronikov señala que la fiesta de la transfiguración se constituye en la fiesta más teológica y la consumación prefigurada de las demás. Es un acontecimiento que en potencia y en acto se constituye en símbolo de la Pascua más allá del tiempo; es decir, de la resurrección en la eternidad y en la gloria, cuando Dios sea todo en todos. Cf. C. ANDRONIKOF, Les sens des fêtes, Paris 1970, pp. 243- 244.
151. «La transfiguración profetiza in actu un estado de la creación unida a su Creador, que debe ser establecido después de la vuelta física del Hijo en el seno de la Trinidad ». IDEM, El sentido de la liturgia. La relación entre Dios y el hombre, p. 260.
152. Tropario de la 5º oda del orthros de la gran fiesta de la transfiguración.
153. Kondákion del orthros del 5 de agosto.
154. Stichirón del orthros del día 5 de agosto.
155. Idiómelon de la gran víspera en la gran fiesta de la transfiguración.
156. Idiómelon de la gran víspera en la gran fiesta de la transfiguración.
157. Káthisma del orthros en la gran fiesta de la transfiguración
158. 7ª oda del canon del orthros del 5 de agosto.
159. Un estudio más detallado sobre el aspecto escatológico de la dormición de la Virgen en: C. ANDRONIKOV, La dormition comme type de mort Chrétienne, en A. M. TRIACCA, A. PISTOIA (eds.), La maladie et la mort du chrétien dans la liturgie. Conférences saint Serge XXIe semaine d’études liturgiques, Paris 1974, pp. 13-29; A. KNIAZEFF, Eschatologie et mariologie liturgique byzantine, en A. M. TRIACCA, A. PISTOIA (eds.), Eschatologie et liturgie. Conférences saint Serge XXXIe semaine d’études iturgiques, Paris 1984, pp. 139-154.
160. La doctrina ortodoxa habla de la muerte de la Virgen como «dormición». Hoy en día, en ámbito católico la mayoría de los teólogos parecen inclinarse por afirmar que la Virgen murió, participando de esa manera en la muerte de su Hijo. Cf. J.
NOTAS 553 L. BASTERO, María, Madre del Redentor, Pamplona 1995, pp. 266-268; J. GALLOT, Maria, nella opera della salvezza, Roma 1991, pp. 324-335.
161. «María, en efecto, es el microcosmos eclesial y, al mismo tiempo, el icono de la Iglesia, “más vasto que los cielos”. En ese sentido, es la apoteosis del hombre, porque ella es el arquetipo de la realización theantrópica, tanto en la vida como en la muerte». C. ANDRONIKOF, El sentido de la liturgia, p. 303.
162. «La dormition de la Vierge es la porte du Royaume. Elle indique d’une manière éblouissante la finalité réelle de la mort, à savoir: la victoire de la vie, la résurrection à la suite du Christ». IDEM, La dormition comme type de mort Chrétienne, en A. M. TRIACCA, A. PISTOIA (eds.), La maladie et la mort du chrétien dans la liturgie. Conférences saint Serge XXIe semaine d’études liturgiques, Paris 1974, p. 13.
163. DH 3900-3904.
164. «La única definición doctrinal sobre María formalmente aceptada por la Iglesia bizantina es el decreto del concilio de Efeso que la denominó Theotokos o “Madre de Dios”. Aunque el decreto es obviamente cristológico, y no mariológico... Esa proximidad de María a Cristo contribuyó, en Oriente, a una considerable popularidad de las tradiciones apócrifas que atestiguaban su glorificación corporal después de su muerte. Esas tradiciones encontraron su lugar más apropiado en la poesía himnográfica de la fiesta de la Dormición (Koimêsis, día 15 de agosto) pero nunca fueron objeto de especulación teológica o de definición doctrinal...». J. MEYENDORFF, Teología bizantina, pp. 307-308.
165. La fiesta de la dormición o koimesis se comenzó a celebrar en Oriente a mediados del siglo VI; por tanto, antes que en Occidente.
166. «La dormición muestra el acceso ideal a la vida eterna. La mujer ha vencido a la serpiente. El arma última del enemigo implacable no tiene ya fuerza. La Asunción es la victoria final que una criatura humana gana a la muerte realizando íntegramente la voluntad de Dios, que ella ha aceptado y asumido libremente. Ella es el retorno al jardín de Edén, a la sombra del árbol de la vida. Los querubines temibles bajan la espada de fuego, cantan himnos de alegría». C. ANDRONIKOF, El sentido de la liturgia, p. 308.
167. Aftómelon de la gran víspera en la gran fiesta de la Dormición de la Madre de Dios.
168. Tropario de la 8ª oda del orthros de la gran fiesta de la Dormición de la Madre de Dios.
169. Apolytíkion de la gran víspera en la gran fiesta de la Dormición de la Madre de Dios.
170. Kondákion del orthros de la gran fiesta de la Dormición de la Madre de Dios.
171. Irmós de la 9ª oda del orthros de la gran fiesta de la Dormición de la Madre de Dios.
172. Cf. C. ANDRONIKOV, o.c., p. 313.
173. Idiómelon del orthros de la gran fiesta de la Dormición de la Madre de Dios.



miércoles, 4 de enero de 2012

El Monacato Bizantino


EL MONACATO BIZANTINO
(1)
  


Antes de abordar el estudio del Monacato Bizantino, es conveniente destacar, sobre todo para los lectores de origen occidental, que dentro de las Iglesias Ortodoxas, ya sean de origen helénico o eslavo, no existen instituciones monásticas o religiosas equivalentes a las Órdenes o Congregaciones tan importantes en el Mundo Occidental. En la mentalidad de aquellos hombres y mujeres que abrazan la vida monástica en el seno de la Iglesia Ortodoxa, no se consideran más que como miembros de una gran Hermandad de ascetas.    En los días del Monacato primigenio, no había grados intermedios entre el postulante y el monje profeso; la institución de dos grados de ascetismo anteriores al de “Plenamente Monje” cambió paulatinamente con el correr de los siglos el carácter de la Profesión monástica dentro de las Iglesias Ortodoxas, convirtiendo a esa simple acción de los comienzos, en una acción progresiva.  En la actualidad, así como en los últimos siglos, el monje que avanza hacia el grado superior de la vida monástica lo hace, generalmente, avanzando grado por grado, hasta alcanzar el tercer nivel y convertirse en “Plenamente Monje” o perfecto monje al cabo de varios años. Los grados del monacato ortodoxo-bizantino son tres:          

A- Rasoforo    
 B- Stavroforo     
C- Megaloskemos (o skema monje/a).    

Los antiguos ritos de profesión fueron modificándose poco a poco como consecuencia directa del carácter progresivo que fue adquiriendo con los siglos la Profesión monástica. Hay tres partes esenciales dentro del Rito:     

A- la toma formal de los Votos     
B- la realización de la Tonsura monástica     
C- la entrega del Hábito     

Sin embargo ninguno de los tres actos mencionados formaron parte de la esencia del monacato de los primeros siglos.  En la Iglesia Ortodoxa, si bien los Votos son formales y explícitos, no existe una fórmula  escrita de profesión a ser subscripta por el candidato a la admisión dentro de algunos de los tres grados del monacato. La fórmula de profesión escrita es peculiar de Occidente, y data de los tiempos de San Benito. -Regula, Cap. 58 -.  Los Votos, los cuales en total son cuatro: 

1- Estabilidad
2- Obediencia
3- Pobreza 
4- Castidad 

Son tomados al candidato a través de preguntas realizadas por el Higúmeno; las repuestas a dichas preguntas constituyen en sí mismos los Votos del monje. Este cuestionario es realizado antes de la admisión a los grados intermedios del monacato.  El hombre o mujer que se presenta para ser admitido formalmente dentro del grado inferior de la vida monástica, debe en modo general aunque no invariablemente, declarar su firme determinación a perseverar en la vida de ascetismo ante el Higúmeno, sin embargo esta costumbre varía entre los distintos monasterios. En lo que refiere a la Tonsura, en vez de ser conferida ceremonialmente como en los primeros días del monacato cenobítico, es actualmente realizada con la admisión a cualquiera de los tres grados del monacato bizantino.  El hábito monástico, consta de distintas partes, y solo pueden usar la totalidad del hábito los monjes o monjas del más alto rango, sin embargo, algunas partes de ese hábito son portadas por aquellos de menor jerarquía. Es evidente que a medida que un monje o monja vaya ascendiendo en los grados de la vida monástica, va a usar más partes del hábito completo. Es de destacar que muy pocos monjes llegan a alcanzar el hábito completo, ya que para ser merecedor de portarlo deberá atravesar muchos años de dura ascesis.  Una de los detalles que a menudo llaman la atención de los occidentales, es que en el monacato oriental no hay diferencia entre el hábito del monje y el de la monja, con la excepción evidente de la toca de la monja. Por tal razón monjes y monjas usan la totalidad o partes de un mismo hábito monástico.  En cuanto al término de prueba que es requerido para ser admitido dentro del grado intermedio o más alto del monacato, es de cómo mínimo tres años; y es de destacar que dentro de la vida monástica ortodoxa-bizantina no existe nada equivalente al noviciado de las Órdenes o Congregaciones Religiosas occidentales. El postulantado comúnmente dura unos pocos días o semanas y durante ese período el candidato vive junto a los monjes hasta que finalmente es admitido en el grado inferior del monacato.  Un monje que ha pasado tres años de su vida dentro de la primera escala de la vida monástica tiene la opción de permanecer dentro de aquel grado por el resto de su vida, o por el contrario, seguir avanzando hacia la plenitud de su estado monástico. 


Los tres grados de ascetismo monástico bizantino
   
  

 En los primeros días del Monacato, no había sino un solo Grado de Monjes, una sola Tonsura, y un solo Hábito, en los numerosos Monasterios de Oriente. Las Novelas (*) de Justiniano del año 535, fueron las que codificaron las costumbres existentes, como ser la Novela V, la cual estipula que el término de postulantado deberá extenderse por un período de tres años, término durante el cual, el Postulante, deberá continuar llevando sus vestimentas laicales, y luego de este período, si es aceptado por el Higúmeno, el recibirá la Tonsura y el Hábito; pero la costumbre de que el postulante lleve puesta las ropas laicales no duraría mucho tiempo, porque poco tiempo después de la época de las Novelas de Justiniano, se hizo habitual en los Monasterios, que el Candidato, luego de un breve postulantado, comience a vestir una porción del Hábito propio de los Monjes Profesos. Esta nueva costumbre introdujo, en la práctica, un grado inferior dentro del Monacato Bizantino. El permiso dado a los Postulantes a usar el hábito monástico, fue entendido, como un tácita expresión de determinación a permanecer en la vida monástica de ascetismo, sujeto a la aprobación del Higúmeno.  
 
Ceremonia de admisión de jóvenes postulantes a la vida monástica  
 

El tercer grado a ser implantado, fue el grado intermedio, el cual se estima data de finales del siglo VIII , San Teodoro Studita en su Testamento habla ya del Pequeño Hábito, que no era otro que el que portaban el grado intermedio de monjes, señalándolo como de reciente introducción y prohibiendo a los Higúmenos otorgarlos a sus Monjes. En contrario a su desaprobación, sin embargo, la costumbre de conferir el Pequeño Hábito a un grado intermedio de monjes, continúa hasta los presentes días sin que nadie lo cuestione desde aquella época.   Los monjes del grado inferior (Rasóforos) son considerados como verdaderos monjes, aunque de manera aún imperfecta. El Monje del grado más elevado (Skemamonje)  es considerado - única y propiamente - como el Perfecto Monje (o Perfectamente Monje), es decir: aquel que alcanzó el más puro estado de la Vida Monástica; pese a esta consideración, el Monje de grado intermedio (Stavroforo) también es considerado muchas veces como Monje Perfecto, puesto a que como éste, también pasó el término canónico de prueba (3 años) y también al igual que un Skemamonje, ha tomado el compromiso público de sus Votos. Comparativamente muy pocos monjes alcanzan el más alto grado de la Vida Monástica, excepto en su lecho de muerte.   Como mencionamos anteriormente, los Monjes del grado inferior del monacato son llamados Rasóforos entre los griegos (que se origina de la conjunción de dos palabras griegas Rasón o Túnica y Foros que significa portador, es decir que porta la Túnica) o Ryasonosets  entre los eslavos, y es considerado como un Principiante en el ascetismo, hasta que él haya completado el término de tres años de prueba. Los Monjes del grado intermedio son conocidos como Stavroforos entre los griegos  (que se origina también por la conjunción de dos palabras griegas Stavros = Crucifijo y Foros que significa portador, es decir que porta el Crucifijo) o Krestonosets entre los eslavos, puesto que llevan colgados sobre el Hábito una cruz de madera, también este grado de monjes son conocidos bajo el nombre de Microskemos (que se origina obviamente de la conjunción de dos palabras griegas Micros = Pequeño y Skemos = Hábito, es decir el que viste el Pequeño Hábito). El Monje del grado más alto de ascetismo, quién solo posee el derecho a vestir el Hábito completo, es decir el Gran y Angélico Hábito, o Skema, es conocido entre los griegos como Megaloskemos (que se origina de la unión de dos palabras griegas Megalo = Gran  y  Skemos = Hábito) pero los rusos se refieren a ellos como Skimnik, porque llevan el Gran Skemos.   

   
Hacia una más completa clasificación de los monjes según su grado de ascetismo





1- RASOFORO:  Si bien él es menos que el “Perfectamente Monje”, él es más que un Novicio en el sentido occidental del término después de haber pasado el término mínimo de prueba. El está sujeto, como al igual que los Monjes de los grados superiores, a observar las Reglas del Monasterio, por haber recibido la Tonsura Monástica, y una porción del Hábito Monástico; así como también su propia conciencia y la opinión pública bien le imponen a éste la obligación moral de continuar dentro de la Vida Monástica.  El Archimandrita Meletios Sakellaropoulos dice que en los presentes días (esto lo decía a comienzos del siglo XX, pero aún hoy su comentario es válido) que los llamados Rasóforos al haber manifestado su acuerdo a continuar la vida dentro del Monasterio, y al haber recibido la Tonsura, son Monjes y están sujetos a las regulaciones propias del gobierno de su Monasterio, por tal motivo, si un Rasóforo dejara el Monasterio a fin de contraer matrimonio, el deberá ser excomulgado.   Muchos Rasóforos, ya sean Monjes o Monjas, después de cumplir sus tres años de prueba, se contentan en permanecer de por vida en el más bajo grado de la Vida Monástica. Un detalle interesante de la Vida Monástica Ortodoxa femenina reside en que ni las Iglesias Helénicas, ni Eslavas, permiten a una mujer convertirse en Stavrofora o Megaloeskema (Skemamonja) hasta no haber alcanzado la edad de 40 años, sin embargo, ellas pueden recibir la Tonsura y asumir el Rasón o Rasa, antes de alcanzar esa edad; entre los monjes las cosas son bien distintas, puesto que uno puede toparse con Monjes Stavroforos tan jóvenes como de 25 años.   Los candidatos a las Ordenes Sagradas, deberán o estar ya casados, o pertenecer al grado inferior de la Vida Monástica antes de su Ordenación al Subdiaconado. En el caso de la Ordenación de Monjes, habitualmente, se realizan luego de la admisión al grado de Rasóforos. Si bien la Ordenación es un impedimento para un posterior matrimonio, ello no implica que el Monje recién ordenado, se vea obligado a entrar en alguno de los grados superiores dentro de la escala de la Vida Monástica Bizantina si no lo desea. Un Rasóforo que detente el rango de Archimandrita, puede ser elegido como Higúmeno, o él puede ser nombrado Superior de un Monasterio que esté directamente bajo Jurisdicción Patriarcal. No es infrecuente que un Obispo sea elegido dentro del grado de los Rasóforos, sin embargo lo más común es que sea seleccionado dentro del grado de los Stavrosforos, y lo que efectivamente es muy raro es que un Obispo sea electo dentro del grado más elevado del Monacato como ser los Megaloeskemos o Skemamonjes.   A los postulantes que viven dentro de una Institución Monástica, se le es permitido usar la Rasa y el Skouphos o Skufia (especie de gorro típico de los monjes) antes de ser formalmente admitidos dentro del grado de los Rasóforos. 
 

  
2- STAVROFORO: (o Microskemo) Sus Votos ya fueron tomados públicamente antes de recibir la Tonsura y el Pequeño Hábito. Entrar dentro del grado intermedio de la Vida Monástica es, al menos en teoría, únicamente un paso o estadio en la carrera monástica, en la cual la verdadera meta es el ascetismo más estricto en una vida anacorética. Pero en este estadio intermedio de la Vida Monástica, el monje debe esforzarse por plasmar en si mismo los ideales más modernos del Monacato Cenobítico, introducidos por San Pacomio, San Basilio y San Teodoro Studita, ideales opuestos al ideal de austero ascetismo eremítico propiciado por San Antonio,  y en los cuales están abocados los monjes del grado superior del Monacato Oriental (los Skemamonjes).    


   
3- SKEMAMONJE: (o Megaloskemo) Se trata del Monje del Grado más elevado al que se puede aspirar dentro del Monacato Bizantino, también es llamado Skimnik en los Monasterios Eslavos. Estos monjes están exigidos a seguir estrictos ayunos, y a ocupar la mayor parte de su tiempo en oración, y a guardar mayor silencio que los Monjes de grados inferiores. El comer carne (roja) le está totalmente vedado, y únicamente le es permitido beber un poco de vino cuando visita el Monasterio los días Sábados y Domingos. Algunas veces estos monjes se abstienen incluso de comer pescado, pasando a tener una dieta estrictamente vegetariana. Ellos comen una comida al día, pero su ayuno es aún más estricto durante la Cuaresma y otras temporadas de ayunos especiales.  Los días Lunes, Miércoles y Viernes suelen ser observados como días de ayuno, o sea que se privan de alimentos durante tres días a la semana. No es usual admitir a un Monje a este grado ascetismo y de estricta Vida Monástica, hasta que no haya vivido algunos años - treinta entre los rusos - en una estricta vida observancia en el ascetismo cenobítico como Monje Stavroforo. Existen, como es obvio, ocasionales excepciones a esta regla; por ejemplo: Un Rasóforo puede convertirse en un Skemamonje sin primero haber sido Stavroforo, si es que el Higúmeno y el Gerontas (padre confesor) o también llamado Starets entre los rusos, aprueban esa situación; y en ciertas ocasiones, realmente excepcionales, un Hermano Laico, quien haya sido considerado como postulante, en un sentido técnico, puede acceder directamente al más alto grado del Monacato y convertirse en un Skemanonje o Megaloskemos, sin primero haber sido Rasóforo, ni Stavroforo; si es que él prueba su aptitud e idoneidad para llevar una vida de estricto ascetismo por largos años de piedad y fidelidad en el Monasterio. El Megaloskemos o Skemamonje puede ocupar una celda en el Monasterio o Skita, pero tomando sus alimentos aparte y dejando rara vez la reclusión de su celda, excepto para ir a la Capilla Monástica, o para llevar una vida Semi-eremítica con otros monjes en una Kaliva o Kellion, o también para convertirse en un Hesicasta o Ermitaño. Cuando un Monje sacerdote, o Hieromonje, se convierte en Megaloskemos o Skemamonje, puede seguir celebrando la Divina Liturgia, pero si se trata de un Obispo, él no puede mantener el ejercicio de sus funciones Episcopales ni sacerdotales. Un Obispo que recibe el Gran Hábito, en la suposición de la aproximación de su pronto deceso, deberá resignar toda jurisdicción episcopal,  y si aún él se recuperara, deberá seguir llevando la vida de un Anacoreta o Solitario por el resto que le quede de vida. También puede darse el caso inverso, en el que un Skemamonje pueda ser, en caso de una muy especial necesidad, ser tomado de su Vida Eremítica y ser consagrado al Oficio Episcopal, y por ende, detentar el gobierno de una Diócesis, sin embargo este caso es realmente excepcional y rara vez ocurre. 
 

  
Video votos monásticos en Optina Pustin, Rusia - 1


 


Video votos monásticos en Optina Pustin, Rusia -2 
 
       



NOTAS:    
(1) Publicado en  www.pro-ortodoxia.com.ar       
(*) Novelas: leyes constitucionales dictadas por los Emperadores Bizantinos